Al final de una bahía se encuentra una encantadora playa que presume de aguas cristalinas, perfectas para que los más pequeños chapoteen. Durante la bajamar, las aguas son particularmente poco profundas y cálidas, convirtiéndolo en un lugar ideal para familias con niños pequeños. La playa de arena es perfecta para construir castillos de arena, e incluso hay un pequeño parque diseñado para niños de 2-3 años. A medida que avanza el día, los árboles circundantes proporcionan algo de alivio del calor del sol, convirtiéndolo en un lugar cómodo para pasar una tarde perezosa.
Conveniencias como un baño, bar y duchas están disponibles cerca, y el estacionamiento está disponible en ambos lados de la playa, con un lugar ubicado justo en la orilla de la bahía.
En una pequeña isla al lado de la playa, se puede encontrar barro curativo, mientras que en el otro lado, una encantadora avenida sombreada por árboles espera. Aunque la playa no ofrece una vista panorámica del mar Adriático, aún vale la pena visitarla, especialmente si tienes niños pequeños contigo.