¡Qué encantadora excursión! El paisaje era simplemente divino, con una plétora de flores y mariposas revoloteando para deleitar los sentidos. El recorrido fue de solo 2km de ida y vuelta, y logramos completarlo en un abrir y cerrar de ojos, con apenas una hora pasada paseando de regreso a Nerano, incluyendo una rápida visita a la torre. El camino de regreso fue un poco empinado y la sombra escasa, pero aún así era factible. Sin embargo, recomendaría no llevar niños pequeños, ya que algunos de los escalones son bastante elevados. Calzado adecuado es imprescindible, ya que el terreno es bastante rocoso. Lamentablemente, el agua estaba un poco turbia debido a una tormenta reciente, pero eso es solo cuestión de suerte. Si estás conduciendo, puedes aparcar en el pueblo de Nerano por solo un euro por hora, pero los espacios son limitados, así que asegúrate de llegar temprano.