Situación: situado a orillas del mar, con una decoración sofisticada pero sencilla. Si bien puede considerarse remoto según los estándares de la Riviera, el estacionamiento es conveniente.
Servicio: el personal es joven, atento y competente. Nuestros dos platos iniciales llegaron rápidamente, incluso en una noche de sábado muy concurrida, con un camarero siempre disponible para atender nuestras necesidades. No comprendo las quejas que algunos críticos tienen sobre el servicio.
Comida: saboreamos Tacos con tartar de atún, "Spaghettoni" cacio e pepe con mejillones, Raviolis rellenos de berenjenas ahumadas y la tradicional "Frittura di pesce". Todos los platos fueron excelentes y se sirvieron en porciones generosas, siendo los tacos y los espaguetones mis favoritos personales.
Precio: 132€ para tres comensales, que incluían agua y dos vasos de passito local, la cuenta parecía bastante razonable.
En general, fue una experiencia gastronómica muy agradable.