Después de una refrescante caminata matutina hasta el Lago Kayangan, nos deleitamos con un delicioso almuerzo buffet en la Playa 91, acompañados por las melodías conmovedoras de un cantante local interpretando harana. La playa proporcionó el escenario perfecto para relajarse y disfrutar de la suave brisa marina, mientras que el sonido calmante de las olas añadió a la atmósfera tranquila. ¡Además, remar en kayak después del almuerzo fue una delicia absoluta! En general, una experiencia fantástica que recomendaría encarecidamente. 👍🤩