La playa se encuentra enclavada en un paisaje pintoresco de cascadas y restos de hogares abandonados. Sin embargo, acceder a este refugio sereno puede ser bastante desafiante, especialmente durante los meses de invierno. Las escaleras que llevan a la playa pueden ser resbaladizas debido al flujo de agua que baja, y la acera del lado este está en mal estado, lo que requiere subir grandes rocas para llegar a la playa. Es imperativo tener precaución ya que las olas pueden ser bastante formidables, especialmente cuando el viento alcanza alrededor de 17 nudos, convirtiéndolo en un lugar potencialmente peligroso. Uno puede ser fácilmente arrastrado por la fuerza del océano.