El clima resultó ser perfecto, despejándose a lo largo del día. El club de playa era encantador, ofreciendo comida y bebidas. La playa de arena era muy bonita. Cobraban $15 por persona por sillas y una sombrilla, lo cual parecía razonable. Las bebidas también tenían precios razonables.
Aunque es una playa decente, no es exactamente uno de los lugares principales de la isla. A pesar de eso, hay una variedad de bares para elegir y no está demasiado abarrotada. Sin embargo, cuando visitamos, el agua no estaba tan cristalina como esperábamos. Por otro lado, disfrutamos de un agradable paseo de 25 minutos hasta la cercana Torre Salsa.
La playa es absolutamente impresionante, con su impresionante arena y vistas pintorescas.
La playa, el personal y la gastronomía fueron las únicas cualidades redentoras de este establecimiento. Sin embargo, los alojamientos dejaron mucho que desear. Las habitaciones estaban anticuadas y mal mantenidas, mientras que las duchas eran incómodamente estrechas. No obstante, la pintoresca costa y el personal hospitalario hicieron que la estancia fuera agradable en general.