Este lugar costero es una de las pocas playas de arena que hay, pero no esperes que sea una joya escondida, es un lugar conocido por los lugareños. El snorkel es un placer, con una gran cantidad de peces para observar, pero la playa en sí misma está un poco descuidada. Colillas de cigarrillos y otros residuos están esparcidos por el lugar, y el agua está cubierta por una capa antiestética de protector solar y aceite. Además, las multitudes son un poco abrumadoras, ya que tanto los campistas como los visitantes de un día acuden a este lugar. En resumen, es un lugar aceptable para darse un chapuzón si tienes prisa por tomar el ferry a Mljet, pero no esperes un paraíso prístino.
La playa está desierta y ofrece una escapada pacífica del ajetreo y el bullicio de la vida en la ciudad. Es un lugar perfecto para relajarse y descansar con su suave arena dorada que se extiende por millas.
¡Esta playa es fantástica! Es sumamente limpia y perfecta tanto para las familias como para aquellos que disfrutan del paddle surf. Además, hay una pequeña tienda conveniente justo en la playa que vende todos los elementos esenciales como bebidas frías, helados y café. También hay varios restaurantes cercanos y amplio estacionamiento disponible. En general, ¡definitivamente vale la pena una visita!
La playa de arena presume de una vista pintoresca, perfecta para capturar fotografías impresionantes. Sin embargo, no se recomienda nadar debido a la presencia de algas que hacen que el mar parezca turbio. Si solo buscas un lugar para que tus pequeños jueguen en la arena, entonces es suficientemente decente. La ruta hacia la playa es una combinación de mitad asfalto y mitad grava, con senderos estrechos que solo pueden acomodar un vehículo a la vez. Afortunadamente, el tráfico es escaso. No hay otras instalaciones en la playa, lo que la convierte en una experiencia cruda y natural.