La playa ofrece dos piscinas de agua salada artificiales, una encantadora piscina natural y numerosos senderos directos al ocĂ©ano. El dĂa que la visitamos, las olas eran un poco fuertes para la piscina natural y el ocĂ©ano, pero no hay que preocuparse, ya que las piscinas artificiales vinieron al rescate. Aunque no son tan emocionantes como las naturales, proporcionan un refugio seguro, especialmente para los niños. El impresionante paisaje desde la playa es una vista digna de contemplar y el estacionamiento es fácil.