Esta playa en Montenegro presume de una costa arenosa, una vista rara en la región. Sin embargo, la experiencia en la playa deja mucho que desear. Para las familias con niños pequeños, las aguas poco profundas pueden ser atractivas, pero la playa está empañada por el humo de segunda mano de los fumadores cercanos, los propietarios de barcos ruidosos en megáfonos y la basura poco atractiva. La playa también está llena de innumerables tumbonas, lo que le da una sensación regimentada y abarrotada. Si estos factores le atraen, entonces esta es la playa para usted.
El Wi-Fi no está funcionando y el personal desconoce la contraseña de ciertas redes. Los baños son básicos pero están bien mantenidos.