Esta playa familiar es un lugar perfecto para pasar un día con tus seres queridos. El ambiente es tranquilo, sin música alta ni multitudes ruidosas. Es posible que veas algunas parejas jóvenes más tarde en el día, pero la mayoría de los visitantes son familias. El agua es fresca y poco profunda, lo que la convierte en un lugar seguro para que los niños chapoteen. Si te aventuras más lejos, encontrarás buenos lugares para hacer snorkel. Al entrar en la playa, te encontrarás con unos encantadores restaurantes justo en el agua. Además, hay dos bares de playa con asientos y sombrillas gratuitas. Gracias a la ensenada que protege la playa, normalmente no hay viento, sólo una suave brisa la mayoría de los días. Los precios en los bares de playa son razonables, con una naranjada costando 2,50€ y un frappé 4€. También puedes encontrar bocadillos, snacks y helados, pero no esperes una comida completa. En general, esta playa es un lugar maravilloso para pasar un día relajante con tu familia.