La playa está rodeada por un arco natural de dunas de arena, creando un lugar perfecto para que los niños exploren el diverso ecosistema del océano, lleno de peces, mariscos y algas marinas. La zona cuenta con varios alojamientos, con un bosque de pinos y un pequeño valle marino entre ellos y la playa, proporcionando una experiencia de camping segura y refrescante con vistas al mar.
A diferencia de otras playas de la costa oeste que presentan arena blanca, esta playa es única en su arena fina y abundantes guijarros, cubriendo una vasta área de 39.000 metros cuadrados, con una longitud de 1.300 metros y una anchura de 30 metros.