La playa cuenta con un paisaje pintoresco y amplias oportunidades para practicar esnórquel. Sin embargo, si planeas explorar las formaciones rocosas, asegúrate de revisar el horario de las mareas, ya que el arrecife puede ser bastante superficial durante la marea baja. A pesar de su belleza, la playa carece de las prometidas palapas y restaurante que mencionan otras reseñas, dejando a los visitantes a su suerte en los pequeños rincones privados dispersos por la zona. La tarifa de entrada de 50 pesos parece razonable, pero no esperes que la puerta abra a tiempo - el encargado llegó con un retraso de treinta y cinco minutos. Si necesitas servicios, hay duchas, un remolque de baño y renta de equipo de esnórquel disponibles, pero prepárate para compartir el estacionamiento con algunos entusiastas del camping.