Ese lugar es un lugar ideal para descansar y relajarse. La ubicación del hotel es sublime: se puede ver el océano y tener acceso directo a la playa. El hotel luce recién renovado y moderno. El personal era amable y servicial, y podía conversar tanto en alemán como en inglés. La piscina y el servicio de toallas eran geniales y había música en vivo por la noche. Sin embargo, había algunas cosas que esperábamos de una calificación de 5 estrellas que desafortunadamente faltaban. El desayuno buffet era decente, pero lo pasamos mucho mejor en lugares de 3-4 estrellas. La cena buffet fue decepcionante por el precio de 27 €, así que no volvimos después de la primera noche. Almorzamos en el bar de la piscina, pero la pizza y las verduras al wok eran básicas y no muy sabrosas. La habitación estaba limpia y moderna, pero era bastante estrecha y las bolas de algodón cosmético no se reponían. El minibar no hacía mucho frío y las ventanas eran básicas, por lo que se podían escuchar las olas