Si pudiera, le daría a esta playa seis estrellas. El personal aquí superó mis expectativas con su amabilidad y profesionalismo. No solo puedes nadar en la piscina, sino que también puedes darte un chapuzón en el mar si quieres pasar más tiempo en la playa. Incluso ofrecen kayaks, tablas de paddle y otros equipos de forma gratuita, además de agua fría. Tuve la oportunidad de ver la puesta de sol desde el segundo piso, y fue realmente impresionante. Los colores del arco iris fueron algunos de los más hermosos que he visto. El propietario es suizo y el personal está compuesto por profesionales europeos, filipinos y tailandeses. El desayuno buffet ofrece una amplia variedad de opciones, desde cocina china hasta queso suizo. Y la mejor parte es que todo esto viene a un precio muy razonable. Si buscas escapar de las multitudes de turistas, este hotel boutique es el lugar perfecto. Ofrecen todas las comodidades necesarias e incluso ofrecen televisión por cable de calidad para el entretenimiento en la habitación. El único problema menor que tuve fue que la cama de fibra de coco supuesta era un poco demasiado firme para mi espalda. Realmente desearía haberme quedado más tiempo.