El agua es increíblemente clara y pura, y la bahía parece ser una joya escondida. Los acantilados circundantes y la exuberante vegetación proporcionan una atmósfera pacífica y tranquila. La profundidad del mar aumenta rápidamente, con el agua llegando hasta el cuello a solo cinco metros de la costa. Mientras que algunas partes de la playa tienen arena suave, otras son rocosas, y lo mismo ocurre con el fondo del océano. No hay comodidades ni instalaciones disponibles, por lo que los visitantes deben venir preparados con todo lo que necesitan, ya que solo hay una pequeña fuente en el lugar. Por último, es importante respetar el medio ambiente y evitar dejar basura o escombros detrás.