¡Oh, qué espectáculo para contemplar! La playa es impresionante, pero, lamentablemente, viene con un precio. Y seamos honestos, no está exactamente impecable. Las malezas son abundantes y ni siquiera pienses en llevar tu parrilla para una barbacoa en la playa. Ah, y si esperabas acampar y pasar la noche, piénsalo de nuevo. Además, los precios de la comida son suficientes para hacer llorar a tu billetera.