Actualmente presente en la playa, y a pesar de ser domingo, las multitudes no son abrumadoras. La playa y el mar están impecablemente limpios, y los miembros del personal son excepcionalmente atentos. La playa pública adyacente parece estar abarrotada de refugiados, lo que la convierte en una opción menos deseable. Optar por venir aquí en su lugar, con una tarifa razonable de 30 TL por persona, es la opción más lógica, ya que incluye comodidades como tumbonas, sombrillas, baños, duchas y cabinas de vestir. La comida del café es deliciosa y asequible, lo que hace que sea una experiencia de playa fantástica en todos los sentidos y debería ser la opción principal. Muchas gracias al negocio por su servicio excepcional.