La experiencia de la playa fue extremadamente decepcionante. La situación del estacionamiento fue inconveniente, ya que requería descargar una aplicación y proporcionar información personal, incluidos los datos de la tarjeta de crédito, mientras que constantemente fueron monitoreados por múltiples guardabosques que buscaban tarifas no remuneradas. Teniendo en cuenta la gran cantidad de personas, habría sido más eficiente que una sola persona cobre las tarifas de estacionamiento. La seguridad en la playa era inadecuada, lo cual era preocupante dado el comportamiento ruidoso de los visitantes intoxicados. Además, los bares y restaurantes, si incluso se les llamaría así, eran demasiado caros y el proceso de pedido a través de una aplicación llevaba mucho tiempo.