Esta playa es un lugar pequeño y tranquilo con solo unas pocas sillas y sombrillas disponibles por un precio razonable. Incluso durante el verano, no está abarrotada, y es la única playa en Telendos donde puedes tomar el sol hasta que se ponga. Las olas pueden ser un poco más grandes debido al viento que viene del mar abierto, pero hay rocas en el agua que la hacen perfecta para bucear. Hay menos hierba marina aquí que en otras playas de Telendos. Las escaleras hacia la playa están hechas de concreto, pero puede que no sean adecuadas para personas discapacitadas.
Aunque la ubicación y la costa son impresionantes, la experiencia se ve algo empañada por las deterioradas y sucias tumbonas de plástico. El anciano encargado exige €5 por cada una, pero no proporciona ninguna prueba de licencia ni da un recibo. Además, no hay indicaciones de que se requiera el pago, y aún así logran tomar fotos de los visitantes.
Este tramo de arena virgen carece de comodidades hechas por el hombre, pero su belleza pura es innegable. La escasa cobertura arbórea proporciona un mínimo alivio de los rayos del sol, por lo que es sabio traer calzado protector para el lecho marino rocoso. A pesar de la presencia ocasional de embarcaciones, las tranquilas aguas de la bahía la convierten en un destino valioso para los amantes de la playa que buscan una experiencia marina más auténtica.
¡Esta playa es una verdadera delicia! Aunque pueda ser un poco pequeña, ofrece un encanto único para aquellos que aprecian un toque de rusticidad y la oportunidad de posarse en las rocas. El aroma del té es bastante potente y se pueden escuchar los sonidos del rebetiko que flotan de un pueblo a otro. En general, ¡una experiencia encantadora!