Esta idílica playa tiene una rica historia que se remonta a la época de la fiebre del oro. Los lingotes de oro eran transportados desde las minas de Durango a lo largo del río Piaxtla, uno de los 11 ríos de Sinaloa, hasta Estación Dimas. Uno de los fundadores del pueblo, Candelario Ibarra Bastidas, administraba la casa comercial donde se procesaba y analizaba el oro. La casa tenía un laboratorio y acceso a la estación de ferrocarril del pueblo, que era icónica y le dio su nombre al pueblo. Desafortunadamente, el pueblo ha sufrido incendios. Desde Estación Dimas, el oro era transportado por ferrocarril a Mazatlán y luego por barco desde Barras de Piaxtla. Hombres fuertemente armados escoltaban la diligencia cargada de oro durante 12 kilómetros hasta la costa, donde era cargado en el barco. El oro era identificado por su origen, y las Barras de Oro de Dimas eran exhibidas con orgullo como provenientes del río Piaxtla. Los lugareños se hicieron conocidos como Piaxtleños o residentes de Barras de Piaxtla. Hoy en día, esta playa es un lugar celestial para relajarse y disfrutar del sol.