Ce joyau caché d'une plage est l'ultime destination pour ceux qui cherchent une expérience de plage publique. L'eau cristalline de la mer est si pure que vous aurez l'impression de flotter dans les airs, rappelant la célèbre mer Morte. L'ambiance paisible de cet endroit tranquille est vraiment envoûtante, et la cerise sur le gâteau est le charmant bar de plage. Le personnel est incroyablement accueillant, et l'accueil chaleureux de l'hôte vous fera sentir chez vous.
No tuvimos mucho tiempo para buscar una playa y no habĂa ninguna otra cerca, asĂ que acabamos yendo a esta. Desafortunadamente, no habĂa hamacas, sombrillas ni cafeterĂas. La arena era solo parcialmente arenosa, con rocas y piedras en el fondo del mar. El Ăşnico aspecto positivo era la vista de Monemvasia.
Aunque la playa en sĂ misma puede no ser particularmente notable, el casco antiguo circundante es verdaderamente un espectáculo digno de contemplar. Con su impresionante arquitectura y su encantadora atmĂłsfera, es fácil perderse en la belleza de esta joya griega. AsĂ que aunque la playa no sea la principal atracciĂłn, todavĂa vale la pena visitarla por la oportunidad de explorar los muchos tesoros ocultos de la ciudad.
La playa es absolutamente deslumbrante, pero llegar allĂ requiere un poco de esfuerzo. El sendero que conduce a la playa es un poco estrecho y empinado, asĂ que asegĂşrese de usar calzado adecuado. Para disfrutar plenamente de la belleza de la playa, es mejor visitarla temprano en la mañana cuando hay menos gente alrededor. Desafortunadamente, algunos navegantes y otros visitantes pueden no ser tan considerados como deberĂan. Sin embargo, una vez que llegues, serás recompensado con aguas cristalinas perfectas para nadar y hacer snorkel.
Esta encantadora playa puede ser pequeña en tamaño, pero tiene un gran impacto en términos de belleza natural. El cercano y pintoresco puerto añade a la escena pintoresca, y la fabulosa taberna justo al lado de la carretera es una visita obligada para probar la deliciosa cocina local.