Visitamos la playa en un día muy ventoso, por lo que no era posible nadar o tomar el sol. Sin embargo, la vista era impresionante y la playa tenía una arena negra única con guijarros.
Esta ubicación es realmente pacífica y serena. El ambiente aquí es tranquilo y relajante. Puedes pasar horas aquí en un estado tranquilo, sintiendo la suave brisa del océano. El sonido de las olas rompiendo contra la orilla es relajante y la falta de ruido hace que sea un lugar perfecto para relajarse. Es un gran lugar para desconectarse y olvidarse del ajetreo y bullicio de la vida cotidiana.
Este lugar es como una caja de arena gigante. Está tan limpio y ordenado, es prácticamente reluciente