Esta playa serena e inmaculada está adornada con suaves guijarros, convirtiéndola en un refugio encantador para aquellos que buscan una experiencia tranquila junto al mar. Sus alrededores prístinos son mejor apreciados durante el bullicioso mes de agosto, cuando otras playas están abarrotadas de multitudes.
Esta playa, ubicada a solo 40 minutos de Atenas, es una auténtica joya. La zona cuenta con una gran cantidad de cafeterías, bares, restaurantes y pizzerías fantásticas, lo que la convierte en el lugar perfecto para disfrutar de deliciosa comida y bebida mientras se disfruta del sol. Además, hay cómodas cabañas disponibles para cambiarse y asegurarse de que su día de playa sea lo más cómodo y libre de problemas posible. En resumen, esta playa no es nada menos que excelente y definitivamente vale la pena visitarla.
Esta playa es sin duda el epítome del paraíso, con una variedad de encantadoras cafeterías y restaurantes junto al mar que seguramente deleitarán tus papilas gustativas.