Conosco e a frequento Principina a mare da diversi anni e devo dire che è un posto fantastico; ideale per le persone (anche con figli piccoli) che cercano un posto tranquillo, naturalistico con una bella spiaggia ed il mare pulito. Molto suggestivo il viale centrale che porta verso il mare immerso in una lussureggiante pineta unica in toscana. Le persone sono molto cordiali e disponibili. Cosa importante è una delle località in toscana con il maggiore soleggiamento da giugno a settembre è davvero raro trovare un giorno di pioggia.
Spiaggia molto ampia e spaziosa, vivibile anche in alta stagione e nei weekend. Frequentata da famiglie con bambini, coppie, giovani e anziani, si presta a giochi con la sabbia, relax e lunghe passeggiate. Si alternano zone attrezzate ben servite con bar e ristoranti, e zone libere. Beneficia spesso di vento che mitiga il caldo estivo. Presenza di servizio di salvataggio assicurato negli orari di presidio. Unico aspetto che potrebbe renderla meno invitante è la sabbia scura e leggera che rende il mare meno limpido in caso di vento o corrente. Verificare la modalità migliore di raggiungerla poiché è piuttosto distante dalla strada.
¡Esta playa es una verdadera joya! Gracias al estacionamiento limitado, no tendrás que luchar por un lugar en la arena. Solo ten en cuenta que tendrás que pagar 2€ por hora al salir, así que asegúrate de llevar algunas monedas contigo ya que no todas las tarjetas son aceptadas. La arena está perfectamente limpia y el agua es poco profunda, lo que la convierte en un lugar ideal para un refrescante baño. Sin embargo, ten en cuenta que no hay sombra disponible, así que asegúrate de llevar un sombrilla para mantenerte fresco bajo el sol.
Estábamos tan enamorados de la playa que la visitamos tres veces seguidas. La playa era simplemente fantástica, no muy concurrida, con un número limitado de perros. Las tumbonas eran increíblemente cómodas y Gabriele, nuestro anfitrión, era el epítome de la hospitalidad. Él fue más allá para asegurarse de que tuviéramos un gran tiempo, incluso sirviéndonos bebidas por la tarde. Gabriele siempre llevaba una sonrisa en su rostro, irradiaba una energía positiva y siempre estaba disponible para ayudarnos. ¡Estamos ansiosos por nuestra próxima visita a esta playa el próximo año!
La costa, afortunadamente, está bastante vacía, ideal para pasar un día tranquilo junto al mar, libre de vecinos ruidosos y maleducados con sombrillas, las mejores. Llegamos allí en bicicleta, ya que la falta de plazas de aparcamiento contribuyó a disuadir a las grandes multitudes.