Indudablemente, la playa más excepcional de la isla, con su conveniente ubicación, bien cuidado entorno y arena prístina. Si disfrutas chapoteando en las olas del océano o estás interesado en perfeccionar tus habilidades de surf, esta playa es una auténtica joya.
Adentrarse en esta playa es, sin duda, una experiencia gratificante. Incluso con un pequeño a cuestas, logré descender con facilidad mientras llevaba calzado cómodo. Se recomienda encarecidamente realizar la caminata en lugar de contribuir a la contaminación del ecosistema circundante tomando un barco.
La playa estaba bastante desordenada y sucia, así que no sería mi primera opción para una escapada tranquila.
Esta playa es absolutamente impresionante, aunque requiere subir bastantes escaleras para llegar a ella.
Esta serena costa presume de aguas prístinas y translúcidas que sin duda te dejarán sin aliento. Además de la atmósfera pacífica, hay un cómodo bar de playa y instalaciones de ducha disponibles. Con el ocaso del sol, la vista se vuelve aún más encantadora. Para aquellos que disfrutan explorando la naturaleza, también hay un sendero de senderismo cercano.