Esta playa es un tesoro absoluto, escondido en una ubicación algo elusiva. Pero una vez que la descubras, te quedarás asombrado. La arena es simplemente divina y rivaliza incluso con los destinos más exóticos como las Maldivas. El agua es cristalina y prístina. Aunque puede ser un poco agitada en días más frescos, es de esperar. La belleza de esta playa no puede ser capturada solo en fotografías. Recomiendo encarecidamente una visita si te encuentras en las cercanías.
Esta costa presume de aguas cristalinas y arena en polvo que te dejarán sin aliento. Si viajas con los más pequeños, te alegrará saber que durante la temporada alta, un equipo dedicado de voluntarios está disponible para entretener y comprometer a tus hijos en una variedad de actividades. Para aquellos que deseen explorar el agua, hay muchas opciones de alquiler disponibles cerca, incluyendo kayaks, tablas de remo y cómodas tumbonas. Aunque hay instalaciones sanitarias en el lugar, vale la pena señalar que el estacionamiento puede ser un poco complicado en días concurridos. Sin embargo, una vez que la marea se retira, tendrás la oportunidad de pasear hasta la playa vecina y disfrutar aún más del paisaje.
La playa ofrece un ambiente sereno y impresionantes vistas. Hay algunos cafés que ofrecen una vista panorámica de la playa. Es un lugar ideal para el surf, e incluso hay una escuela de surf disponible. Los no surgidos también pueden disfrutar de ver a los surfistas en acción.
La playa es absolutamente fantástica. Sin embargo, ten en cuenta que el estacionamiento en el Hotel Carbis Bay está disponible pero es limitado y puede ser bastante costoso, a £20 por día. Como alternativa, hay otros estacionamientos ubicados más abajo en la carretera, pero prepárate para una empinada subida. Para una opción más económica, estacionamos en la estación de tren de St Erth, que está a solo 10 minutos en coche. La tarifa de estacionamiento para todo el día es solo de £3.90, y puedes subir fácilmente al tren para llegar a Carbis Bay en poco tiempo.
This charming beach is a must-visit. It offers stunning views of St Ives Bay. The tide rarely stays above sea level for long, making it accessible most of the day. The beach is consistently well-maintained and free of litter.
This beach is absolutely stunning, the most beautiful one we've ever seen! It can be a bit tricky to find and access, making it not ideal for those with pushchairs or in wheelchairs. After driving down to the surrounding hillside and walking past a freshwater lake and cobbles, we finally reached this breathtaking beach. Walking barefoot along the long and beautiful stretch of sand felt like a slice of Heaven - peaceful, spacious, and calming. The beach was virtually deserted, with the soothing sound of the waves and the vast blue sky above. We enjoyed watching the surfers and collecting rocks and pebbles. The only downside was that many people brought their dogs to the beach, which wasn't a problem except for the occasional bag of dog waste left at the entrance, tarnishing an otherwise beautiful spot.