Oh, ¡la playa cerca del pueblo! Es como un bullicioso mercado en el centro, pero si te alejas hacia los bordes, encontrarás un pequeño espacio para respirar. Hay más bares de playa, sombrillas, tumbonas y actividades deportivas acuáticas de las que puedes imaginar. ¡Y no olvidemos el clima! Cuando el viento sopla, es como si un tornado golpeara el agua, no precisamente ideal para un baño relajante. Pero no temas, el agua siempre está caliente, así que aún puedes mojar los dedos de los pies y fingir ser una sirena.