La playa estaba increíblemente llena, especialmente durante la cuarta ola de Covid-19. Se sintió como un posible evento de súper dispersión, y aunque la playa en sí era agradable, parecía necesario usar máscaras incluso mientras conducía por la carretera. Los bares y restaurantes estaban llenos, sin evidencia de distanciamiento social ni medidas de aplicación. No es sorprendente que los casos Covid-19 de Ontario vuelvan a alcanzar niveles alarmantes.