¡Ah, la playa! Un lugar donde la arena se encuentra con el mar y la piel besada por el sol se encuentra con el aire salado. Esta playa en particular presume de un mar cristalino y deslumbrante, como si el agua hubiera sido filtrada a través de un diamante. El descenso a la playa no te dejará sin aliento, así que no tienes que preocuparte por hacer el ridículo frente a los demás bañistas. La playa en sí está decorada con pequeñas piedras suaves que son sorprendentemente cómodas para tumbarse. Y hablemos de la entrada al mar, es como algo sacado de un sueño. El agua es tan invitante que querrás sumergirte de inmediato. Y si eres fanático de las conchas, estás de suerte porque esta playa es un tesoro de ellas. Así que, prepara tu snorkel y protector solar y dirígete a esta pequeña porción de paraíso.