Tenía grandes expectativas para la famosa playa de la isla de Hvar, pero desafortunadamente, no cumplió con mis expectativas. Aunque la entrada parece acogedora, en realidad es bastante rocosa, con grandes rocas esparcidas por todo el mar. El agua también es notablemente más fría que en otras playas, y la presencia de numerosas embarcaciones pequeñas y veleros puede ser abrumadora. Sin embargo, aprecié la disponibilidad de sombrillas y sillas de sol a precios asequibles, con un razonable costo de 100 kunas por todo el día. Por otro lado, la tienda de tabaco permaneció cerrada la mayor parte del día, y la tienda de gadgets y juguetes estaba sobrevalorada y decepcionante. Afortunadamente, el estacionamiento fue fácil de encontrar y con precios razonables. La playa ahora cuenta con un restaurante recién inaugurado, flanqueado por establecimientos más antiguos a ambos lados. En resumen, califico esta playa con tres estrellas, ya que la entrada al mar no es limpia ni suave, y la proximidad de veleros y barcos pequeños al área de natación es preocupante.