Este lugar tiene una historia fascinante, ya que la gente solía dejar postales y cartas aquí en el pasado. Cada vez que alguien visitaba y encontraba una carta o una postal de su ciudad natal, la tomaba y la entregaba. Sorprendentemente, esta práctica sigue en curso hoy. Sin embargo, estábamos un poco inseguros de si teníamos que entregar personalmente las cartas o si simplemente podíamos enviarlas con un sello. Finalmente, decidimos tomar algunas de las cartas que habían estado allí durante bastante tiempo y las enviamos por correo.