Visitar esta playa fue un absoluto deleite. Aunque no hay comodidades disponibles, todavía vale la pena el viaje. Dado que es una playa de guijarros, es recomendable traer una estera si planea tomar el sol. El agua es cristalina y perfecta para hacer snorkel. Puede presenciar una variedad de peces pequeños mientras nada alrededor. La playa está rodeada de varias cuevas y rocas, y se recomienda encarecidamente nadar hacia una de las rocas justo frente a la costa. Para los audaces, incluso se puede saltar desde la roca, lo que supone una caída de 3 a 4 metros en el mar azul claro.