Este lugar es simplemente increíble. Los acantilados altos, casi blanco de color, dan al hermoso mar azul debajo. Hay puentes naturales que abarcan la orilla, lo que se suma al encanto de esta ubicación. No sorprende que este lugar haya cautivado a las personas durante miles de años.
Ahora, cierta información importante: solo hay un número limitado de lugares de estacionamiento disponibles para caravanas. Se recomienda llegar temprano para asegurar uno antes de que los tomen vehículos más pequeños. El camino se extiende por unos pocos kilómetros, por lo que es aconsejable traer bocadillos y bebidas. Si bien hay cercas en varias áreas, es importante vigilar de cerca a los niños. En general, el camino es relativamente fácil de caminar de principio a fin.