En nuestro camino de salida de la autopista, decidimos hacer una parada rápida en la playa para tomar un café relajante. Desafortunadamente, nuestra experiencia resultó ser bastante desagradable. La condición de los baños era extremadamente pobre, con un fuerte olor y estaban cerrados debido a un pestillo oxidado. Lo que empeoró las cosas fue que el personal no se disculpó por las molestias causadas. De hecho, incluso me reprendieron, alegando que les había gritado. (Debo aclarar que solo estaba expresando mi angustia después de haber quedado encerrado y experimentar un momento de pánico antes de que finalmente alguien viniera a ayudar después de haber golpeado la puerta con tanta fuerza que casi me lastimo el dedo). Tal comportamiento es completamente inaceptable, especialmente en un lugar que atiende a clientes. Además, los precios del café y la comida eran bastante altos considerando la ubicación. Es recomendable evitar este lugar.