¡Esta playa es lo máximo! Está convenientemente ubicada a un tiro de piedra de la carretera, y hay un mercado cercano donde puedes conseguir algunas bebidas refrescantemente baratas. El agua es cristalina y las piedras en el fondo del mar crean un lugar acogedor para sentarse y disfrutar del sol. Pero ¿la verdadera guinda del pastel? Las tumbonas y sombrillas gratuitas, cortesía de la taberna Rigas (solo asegúrate de pedir algo, es solo educado). Y si necesitas ocuparte de tus necesidades, hay un baño en el lugar e incluso una manguera de agua fresca. Además, para mayor seguridad, hay un socorrista vigilando. ¡Muevanse clasificaciones de cinco estrellas, esta playa merece seis!