El camino hacia la playa fue una aventura en sí misma, ya que conducimos a lo largo de un camino de tierra en un Toyota Auris a un ritmo tranquilo de 20 km por hora. La ruta escénica fue el punto culminante del viaje, ofreciendo vistas impresionantes a lo largo del camino. A pesar de que Google Maps nos llevó por un camino equivocado, pasando por un negocio en medio de la nada, finalmente llegamos a la playa. La playa estaba rodeada de árboles, proporcionando la sombra tan necesaria del sol. Sin embargo, el mar era rocoso cuando entramos, por lo que es mejor venir preparado con comida, agua y un buen libro para leer, ya que la señal del teléfono móvil no estaba disponible. En general, fue una experiencia única e inolvidable que recomendamos a cualquiera que busque una escapada tranquila del ajetreo y el bullicio de la vida en la ciudad. Septiembre de 2022.