¡Una verdadera joya! Era como si fuéramos los únicos allí, con solo un puñado de otros visitantes disfrutando del entorno tranquilo. Sin embargo, la atmósfera se vio ligeramente empañada por un hombre que nos hizo sentir incómodos con su mirada constante. Fue una experiencia desagradable, especialmente considerando que éramos los únicos que llevábamos trajes de baño.
Desafortunadamente, la playa también estaba marcada por una abundancia de residuos plásticos. Habíamos esperado ir a hacer snorkel, pero la cantidad de basura en las aguas poco profundas era abrumadora. Era como mirar uno de esos desgarradores anuncios de contaminación oceánica. No tuvimos otra opción que acortar nuestra visita y marcharnos.
El camino hacia la playa era manejable, y el viaje de regreso fue más fácil de lo esperado. Sin embargo, sugerimos usar zapatos resistentes en lugar de chanclas. A pesar de las desventajas, esta playa es verdaderamente hermosa y vale la pena visitarla para aquellos que buscan un paraíso apartado.