Este encantador e histórico lugar merece una calificación de 5 estrellas por su belleza natural y su rico patrimonio cultural. Desde el pueblo, los visitantes pueden explorar un pequeño pero fascinante museo arqueológico antes de dirigirse hacia el mar. Mientras que la primera sección se puede acceder en coche, los restantes 500 metros deben ser recorridos a pie a lo largo de un impresionante camino a través de una exuberante vegetación. El descenso dura unos 10 minutos y ofrece impresionantes vistas del paisaje circundante. Al llegar a la playa de piedra y estéril, no se puede evitar sentir asombro por las antiguas ruinas que salpican la costa. Palaiopoli, la antigua capital de Andros, fue una vez un puerto bullicioso que desempeñó un papel importante desde la época clásica hasta la era bizantina. Aunque el puerto está ahora sumergido, todavía es visible y añade al rico contexto histórico del área. La playa en sí puede no ser la principal atracción, pero el telón de fondo de los olivos y cipreses contra el mar recuerda a las colinas de la Toscana. En resumen, este lugar es una visita obligada para aquellos que aprecian la belleza natural y el patrimonio cultural.