¡Qué playa tan encantadora! Accesible en coche, es un lugar ideal para aparcar en Paros Park, dar un paseo y luego refrescarse en el mar tranquilo. Las aguas poco profundas son perfectas para que los más pequeños chapoteen antes de que se vayan haciendo más profundas, y el agua en sí misma es calmada e invitante. Ya sea que prefieras poner tu toalla en las rocas o en la playa de arena junto a las tumbonas, hay mucho espacio para relajarse. Por una pequeña tarifa de 35 euros, puedes disfrutar de dos tumbonas y una silla de frijol que puedes sacar. Si buscas una experiencia más premium, puedes optar por la primera fila por 50 euros o la segunda fila por 45 euros. El servicio es excepcional, con la comodidad de poder pedir comida y bebida directamente a tu sombrilla con solo presionar un botón. Recomendamos encarecidamente el sándwich club, que personalizamos para que fuera vegetariano, un snack perfecto para dos con porciones generosas. Además, hay deportes acuáticos disponibles y una zona de restaurante si quieres tomar un descanso del sol para almorzar. En general, esta playa es una visita obligada para cualquiera que busque un día relajante y agradable fuera de casa.