Si estás buscando una playa que te deleite, no busques más allá de esta joya. La arena es de un hermoso tono rojizo, suave e invitadora al tacto. Las aguas son poco profundas y tranquilas, lo que la convierte en un lugar ideal para que los más pequeños jueguen. ¿Y las vistas? Son simplemente increíbles.
Pero lo que realmente distingue a esta playa son los numerosos bares y restaurantes que bordean sus costas. Ya sea que estés en el estado de ánimo para una bebida refrescante o una deliciosa comida, seguramente encontrarás algo que te satisfaga.
Y si estás dispuesto a derrochar un poco, puedes disfrutar de lo último en relajación con el alquiler de una cama y una sombrilla. A €15, no es la opción más barata, pero la experiencia de spa natural bien vale la pena. Los acantilados que rodean la playa están hechos de rocas de arcilla que puedes usar para cubrir tu cuerpo, lo que resulta en una experiencia divertida y única.
Después de un día de sol y arena, nos dirigimos a Lixori para cenar, sintiéndonos renovados y rejuvenecidos después de nuestro maravilloso día. Si estás buscando una playa que lo tenga todo, esta es la indicada para ti.