La playa, que en realidad se llama Pade Dare, es impresionante con su arena dorada. Las olas pueden ser bastante grandes, pero no se recomienda nadar debido al peligro. Durante mi visita, me topé con una gran concha de tortuga llamada Binggo, que todavía tenía un fuerte olor. El camino a la playa es bastante difícil de navegar, ya que la ruta mostrada en los mapas ya no es transitable. En su lugar, debe girar a la izquierda y subir una pendiente hasta llegar a un gran lago donde la gente suele pescar. Desde allí, siga el camino junto a él hasta llegar a una intersección. Si continúa recto, pasará por encima de una colina, pero si gira a la derecha, la carretera es relativamente plana. A pesar del calor abrasador, hay árboles de piña de mar que proporcionan algo de sombra, lo que hace de esta playa una joya escondida. 👍🏻