Esta playa es verdaderamente excepcional. El servicio es incomparable y el restaurante en la playa ofrece una deliciosa gastronomía que se puede disfrutar mientras se absorbe el sol y el mar. El personal es increíblemente acogedor y servicial, lo que hace que su visita sea aún más agradable. La playa en sí es inmaculada, con una arena blanca prístina que es un placer caminar sobre ella. Su proximidad al paseo marítimo y a otros lugares fantásticos, como la playa de Gordon, la convierten en un lugar ideal para pasar uno o dos días. Recomiendo encarecidamente esta playa a cualquiera que busque una experiencia relajante y agradable en la costa.