Estar en Ciró Marina ya es un gran plus, ya que la ubicación está bien mantenida y es encantadora. Pedimos entrantes y platos principales de pescado, pero tuvimos que esperar un poco más de lo esperado debido a la falta de personal. Algunos de los camareros no estaban informados sobre los platos sin gluten y sin lactosa, por lo que es esencial prestar atención a los factores alérgicos. La calidad de la comida era excelente y el pulpo estaba bien cocido. Sin embargo, la presentación necesita mejorar, ya que el ojo también quiere su parte. Pedí el atún con pistachos, que estaba delicioso, pero la salsa de pistachos era demasiado dulce para mi gusto. El postre, La millefeuille, no era la versión clásica, por lo que no me impresionó mucho. A pesar de estos pequeños problemas, el restaurante ofrece buena calidad a un precio razonable. Si abordan estas preocupaciones, tienen el potencial de crecer significativamente.