Esta playa particular en la costa adriática italiana es sin duda uno de mis lugares favoritos. El agua es cristalina e inmaculada, y el paisaje circundante es impresionante, con pintorescos trabocchi que añaden encanto. La playa está compuesta de pequeñas piedras, lo que la hace increíblemente cómoda para pasar el día aquí sin la molestia de la arena. El snorkel es una actividad estupenda para disfrutar en la zona, y la pesca también es una opción, aunque solo se recomienda durante ciertas temporadas. En general, esta playa es una joya escondida que definitivamente vale la pena visitar.