Esta playa aislada es una verdadera maravilla natural, sin comodidades para arruinar su belleza prístina. Cuando el mar está en calma, la arena está impecable, pero cuando las olas están agitadas, puede encontrar algunos residuos de algas marinas. Si estás buscando una playa perfecta para tomar fotos, este puede no ser el lugar adecuado para ti. Sin embargo, si estás dispuesto a intercambiar la comodidad por la serenidad, apreciarás la falta de multitudes y ruido. Algunos visitantes han reportado haber visto perros en la playa, pero sus dueños parecen ser responsables y bien educados. Para acceder a esta joya escondida, deberás tomar una caminata de 15 minutos a lo largo de un sendero marcado, lo que ayuda a mantener alejadas a las multitudes. Si bien no hay un estacionamiento oficial para aquellos que vienen de Marciana Marina, hay un amplio espacio donde puedes dejar tu coche. La playa en sí está cubierta de pequeñas y suaves piedras que se sienten geniales bajo tus pies.