Tuve el placer de visitar esta playa durante la temporada baja en diciembre, y fue increíblemente pacífica y serena. Aunque la falta de mantenimiento había provocado algo de basura, incluyendo bolsas y botellas de plástico, el agua cristalina seguía siendo un espectáculo para contemplar. Es evidente que durante los meses de verano, la playa recibe más atención y cuidado. El único inconveniente fue la limitada disponibilidad de estacionamiento para un lugar tan impresionante. Sin embargo, la vista de las majestuosas montañas con nubes flotando encima era verdaderamente impresionante. Este pintoresco lugar en Terrasini, Palermo es una visita obligada, y solo puedo imaginar lo mucho más encantador que sería en los meses de verano.