Bienvenido a la playa de piedras y guijarros, donde el agua turquesa está rodeada de la maleza mediterránea. La única forma de llegar a esta cala es navegando por la carretera de Marinedda y caminando durante unos 10 minutos por un camino sin pavimentar. No te preocupes, no es un paseo por el parque, pero definitivamente tampoco es una marcha de la muerte. El pequeño aparcamiento al comienzo del sendero es un alivio para aquellos que llegan hasta aquí.
La playa no está abarrotada, pero eso se debe a que no es el lugar más fácil de llegar, especialmente si tienes niños. Pero para aquellos que aman la emoción de lo salvaje, este es el lugar perfecto. Así que agarra tu protector solar, prepara algunos aperitivos y prepárate para un día de aventura. La playa puede no ser para todos, pero definitivamente vale la pena el esfuerzo si estás dispuesto a aceptar el desafío.