En general, disfruté profundamente de mi tiempo en la playa. El complejo Teremok ofrecía alojamientos impecablemente limpios y bien cuidados rodeados de exuberante vegetación. Los trampolines de agua y el parque infantil mantuvieron a los niños entretenidos, y la discoteca nocturna fue una divertida manera de relajarse. Además, se aceptaba el pago con tarjeta, lo cual fue muy conveniente. Sin embargo, hubo algunos aspectos negativos. No todos los baños estaban provistos de papel higiénico y se encontraron hormigas en algunas de las habitaciones. Además, los camareros del café a menudo se veían abrumados durante las horas de almuerzo y les costaba mantenerse al día con los pedidos.