Si pudiera darle a esta playa 0 estrellas, lo haría. Como mujer musulmana que usa hijab, visité Santa Preri hoy y se me negó la entrada debido a mi cubierta de cabeza. Cuando el gerente se acercó a mí y exigió que me la quitara, me negué y me dijeron que me fuera. Considero que estas "reglas" no son más que racismo. Es mi cuerpo y mi elección cubrirlo si así lo deseo. Había estado esperando visitar esta playa mientras estaba de vacaciones en Líbano, pero ahora nunca volveré. Me aseguraré de compartir mi experiencia con mis amigos y familiares para que sepan que no vengan aquí. Gracias, Santa Preri, por esta experiencia decepcionante.