Esta es, sin duda, la mejor playa que he encontrado en Mauricio, especialmente en los lados norte y este. La arena es de un hermoso color dorado y se extiende por millas, proporcionando amplio espacio para relajarse y tomar el sol. Si prefieres algo de sombra, hay árboles que ofrecen respiro del calor. El agua es cristalina y fácil de entrar, lo que la convierte en un gran lugar para familias con niños. ¡Aquí no necesitarás zapatos de agua! Aunque hay algunas tumbonas y sombrillas disponibles, hay mucho espacio para traer tu propio equipo. La playa también es agradablemente tranquila, ya que está alejada de la carretera principal. Los quioscos cercanos ofrecen una variedad de opciones de comida y bebida. El único inconveniente es que no hay mucho que ver si te gusta hacer snorkel. Sin embargo, ¡las vistas del atardecer son absolutamente impresionantes!